24 sept 2013

Arte para la resistencia - la fuerza de la palabra -

Me gustaría empezar este espacio presentando dos libros que me parecen esenciales para empezar a resistir. Dos obras que nos llevan hacia los caminos de la existencia y de la resistencia: la Soberanía Alimentaria, de la mano de Gustavo Duch, y la Solidaridad, a través de la mirada de Israel Morales.



Gustavo Duch Guillot ha sido y es, ante todo, activista y defensor de los derechos de aquellas personas a las que no nombramos, esas personas que ante nuestra mirada son invisibles, que no existen; pero que sin ellas no podríamos ni siquiera tomarnos la primera leche o el primer café del día: campesinos y campesinas, artesanos y artesanas, pueblos indígenas, y un largo etcétera. Y algo que me resulta especialmente curioso, por raro, defensor a ultranza de los derechos de las mujeres y de los derechos de las personas más marginalizadas y empobrecidas. Este hecho no lo hace sólo activista, sino doblemente activista, si aplicamos la tabla del dos. 

Su libro está formado por relatos fascinantes, porque forman parte de una realidad desconocida para la mayoría de nosotros y de nosostras, habla de conceptos que, aunque parecen subversivos a la primera lectura, no son más que un manual de supervivencia: Soberanía (Alimentaria o no), Decrecimiento, Agroecología, Derechos Sociales y Humanos, Justicia... Son pequeños cuentos protesta que se alzan en rebeldía contra todo aquello que discrimina a quienes nos alimentan, a quienes explotamos, y a la propia Madre Tierra, a la que ponemos siempre por debajo de nuestros intereses económicos. 


Es un libro necesario, un libro urgente. Es un grito a la insurrección y a la desobediencia contra el orden establecido. Porque tal vez hayamos nacido sin alas, pero en un abrazo puede crecer la magia, para terminar con la plaga de gigantes de hierro que amenazan nuestras libertades y nuestra felicidad. 


Un grito, sobre todo, a la esperanza. Puede ser esa la razón por la que, cada vez que leo los relatos de "El ministro", "La boina", "El pluriempleado", o cualquiera de las historias que nos regala Gustavo, no sé hacer otra cosa que llorar... porque tal vez haya aún una semilla de resistencia y rebeldía que esté germinando en esta gran chackra que es el Planeta Tierra.


Miradas Opalinas - Israel Morales -   

Israel Morales es también activista y generador de sueños. Es un aférrimo defensor de la justicia en su sentido más elemental. Escucharle hablar del Sáhara Occidental es transladarte emocionalmente hacia el mismo corazón del desierto donde vive este pueblo exiliado. Mirarle a los ojos es leer el poema de la solidaridad. Su activismo sale desde el corazón, con billete directo hacia la mirada de cada persona que quiera escucharle y comprenderle. 

Éste es su primer libro, un libro íntimo y comprometido, que nos lleva, como ya señalé, de viaje a las arenas del desierto y nos conduce hacia un universo donde la ternura y el amor son las principales armas para combatir las injusticias. Miradas que van más allá de la observación, se adentran en el alma de la persona en la que se ven reflejadas y animan al cambio, a la recuperación de los valores humanos más naturales: la solidaridad y el amor.

Una obra que evidencia voces silenciadas por la incomprensión y el olvido. Una obra que nos mantendrá con "las manos en el suelo y los pies en el cielo." Y si, además, tenéis o habéis tenido la oprtunidad de escucharle en directo, de sentir como late su  voz y llora de ternura su alma cuando recita, habréis sentido aquello que he intentado transmitiros... Sino, y aunque no sea lo mismo, os dejo una entrevista que le hicieron en una radio local: www.youtube.com/watch?v=-ub2xzCgzNg 

Es, pues, la poesía hecha resistencia. Un valor que necesitamos recuperar y cuidar. E Israel lo practica con una dulzura y una fuerza que nos invitan a jugar con la vida, y a seguir luchando por la transformación de este sistema que quiere apropiarse de nuestros sentimientos y de nuestros sueños. 

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